El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, realizó el pasado domingo, 29 de abril, un discurso extraordinario sobre el Brexit antes los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en el Consejo Europeo.
Antonio Tajani explicó que "para el Parlamento, una «salida ordenada» significa ante todo encontrar rápidamente una solución al problema de los ciudadanos de la Unión residentes en el Reino Unido y de los ciudadanos británicos establecidos en el continente. Esta es nuestra prioridad absoluta". Además, aseguró que "Habrá momentos difíciles. La unidad entre nosotros será el arma de nuestra victoria y nuestra fuerza. Nuestros pueblos, nuestros conciudadanos, vuelven a depositar en nosotros sus esperanzas. Esperan que defendamos sus intereses y nos piden que nos mostremos a la altura del cometido".
A continuación pueden leer el discurso del presidente:
"Señor presidente, señoras y señores jefes de Estado o de Gobierno, señor presidente de la Comisión:
Hoy el Consejo Europeo deberá adoptar las directrices para las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que se iniciarán próximamente.
Los trabajos preparatorios, en los que también han participado los colegas del Parlamento, han revelado desde el inicio una fuerte voluntad común y una convergencia sin fisuras entre los 27 Estados miembros y entre las instituciones.
Como ustedes saben, también ha habido una gran unidad en el seno del Parlamento, lo cual ha permitido adoptar por una gran mayoría y en muy poco tiempo la resolución que ustedes conocen y cuyo contenido comparten en gran medida.
Me permitirán que agradezca al presidente del Consejo Europeo, a la presidencia de Malta y a la Comisión Europea la excelente cooperación entre las instituciones en esta primera y delicada fase.
Creo que las directrices que el Consejo Europeo está a punto de adoptar constituyen un excelente marco de referencia para las futuras negociaciones y un punto de partida óptimo para asegurar una salida ordenada del Reino Unido de la Unión Europea —una condición fundamental y la mejor garantía para alcanzar también un acuerdo satisfactorio después del brexit—.
Para el Parlamento, una «salida ordenada» significa ante todo encontrar rápidamente una solución al problema de los ciudadanos de la Unión residentes en el Reino Unido y de los ciudadanos británicos establecidos en el continente. Esta es nuestra prioridad absoluta. Es fundamental resolver ya en las primerísimas etapas de las negociaciones los problemas que planteará el brexit, o que ya plantea en estos momentos a los trabajadores, a los estudiantes y a los pensionistas afectados.
La semana pasada me entrevisté en Londres con Theresa May. En esta misma ocasión, también participé en un intercambio de opiniones con las asociaciones que representan a los tres millones de ciudadanos de la Unión que residen en el Reino Unido. Se trata, en su mayor parte, de jóvenes que me comunicaron su preocupación por el futuro y la gran incertidumbre que los atenaza en estos momentos. Quieren saber qué será de su vida, de su familia, de su puesto de trabajo. Estos ciudadanos depositan en nosotros su esperanza y solicitan nuestra ayuda.
Una salida ordenada significa también «cerrar las cuentas». Por lo que se refiere al acuerdo financiero, el Parlamento sostiene que el Reino Unido debe cumplir los compromisos financieros asumidos por el Gobierno británico. Pacta sunt servanda. No pediremos ni un solo céntimo para el que no exista un compromiso del Reino Unido; pero tampoco un céntimo menos.
El Parlamento Europeo también se ha expresado claramente acerca de la indivisibilidad de las cuatro libertades fundamentales, que no son negociables, dado que constituyen el mismo fundamento de nuestra convivencia. El mercado interior es para nosotros bastante más que el mero intercambio de bienes y servicios.
Por último, la resolución hace especial hincapié en la necesidad de preservar en su totalidad el Acuerdo del Viernes Santo y el proceso de paz en Irlanda del Norte, que no es un asunto exclusivamente irlandés, sino una cuestión profundamente europea. El reto consistirá en encontrar soluciones apropiadas al problema de las futuras fronteras exteriores de la Unión.
Me complace comprobar que existe una fuerte convergencia entre la resolución del Parlamento y las directrices que adoptarán ustedes hoy, y les agradezco la extraordinaria acogida que han reservado a nuestra posición.
También creo que es una buena idea disponer de unas directrices «flexibles». Ello permitirá adaptar nuestra estrategia a las necesidades de la negociación.
De ser necesario, el Parlamento Europeo también adoptará otras resoluciones en el transcurso de las negociaciones. Se pronunciará, por ejemplo, sobre el logro de esos «progresos sustanciales» en la negociación del acuerdo de salida que se mencionan en las directrices como un requisito para iniciar las discusiones sobre las relaciones futuras entre la Unión y el Reino Unido.
Permítanme que les facilite algunas informaciones sobre el encuentro que mantuve la semana pasada con la Sra. May al que me refería antes.
La impresión general que he sacado de esa reunión es que la primera ministra se dispone a afrontar las próximas negociaciones con una actitud constructiva y pragmática. A mi modo de ver, esto no podrá más que mejorar después de las elecciones británicas.
La Sra. May me ha asegurado, en particular, que los problemas de los ciudadanos, que le he expuesto con insistencia, también se encuentran entre las principales preocupaciones del Gobierno británico. Se tratará de ver cómo se plasman estos buenos propósitos en la práctica. Creo que he dejado claro que, sin un acuerdo sobre los derechos de los ciudadanos, no habrá acuerdo sobre nada.
Por mi parte, también he confirmado que no aceptaremos ningún compromiso entre la futura cooperación económica y comercial y la cooperación en materia de defensa y seguridad, ya que al terrorismo no le preocupa el brexit, ni a nadie beneficiaría un debilitamiento de nuestra cooperación en este ámbito.
He de decir que, con sus palabras, la Sra. May nos ha tranquilizado a este respecto.
Para su información, también la he invitado a participar en una de las próximas sesiones del Parlamento.
Señor presidente, señoras y señores jefes de Estado o de Gobierno, señor presidente de la Comisión, en mi país tenemos un dicho: «Obra empezada, medio acabada», y no cabe duda de que hemos empezado bien. Tenemos, por tanto, motivos fundados para ser optimistas.
No cabe duda de que nos enfrentamos a unas negociaciones difíciles; somos conscientes de ello. El brexit no solo va a ser un reto para el Reino Unido; también lo va a ser, sin duda alguna, para nosotros.
Es posible que dentro de unos meses alguno sienta la tentación de anteponer sus propios intereses nacionales. Es posible que suframos presiones para que nos dividamos sobre este o aquel capítulo de las negociaciones.
Así que se impone una gran prudencia, ya que el riesgo de que se produzcan divisiones estará siempre al acecho y, como romano que soy, conozco bien las consecuencias del «divide y vencerás».
Habrá momentos difíciles. Sin embargo, estoy convencido de que al final sabremos mostrar esa unidad de la que siempre han dejado constancia las instituciones y los Estados miembros en todos los momentos difíciles de nuestro proyecto común.
La unidad entre nosotros será el arma de nuestra victoria y nuestra fuerza. Nuestros pueblos, nuestros conciudadanos, vuelven a depositar en nosotros sus esperanzas. Esperan que defendamos sus intereses y nos piden que nos mostremos a la altura del cometido.
El Parlamento considera que estas negociaciones han de llevarse a cabo con la máxima transparencia. Deberán brindar la ocasión de mostrar de forma concreta a los ciudadanos europeos los numerosos beneficios que se derivan de la pertenencia a la Unión Europea —unos beneficios que a menudo se dan por descontados y de los que tal vez nuestros conciudadanos no sean plenamente conscientes— .
De ayer mismo son los últimos datos del Eurobarómetro, según los cuales el sentimiento de pertenencia de los ciudadanos a la Unión ha alcanzado los niveles de 2007, antes de la crisis. Según estos datos, en todos los Estados miembros los ciudadanos desean una mayor unidad entre los 27 y piden «más Europa», sobre todo en los sectores que son para ellos más importantes, como la lucha contra el terrorismo, la cuestión de la migración, la protección de las fronteras exteriores y la lucha contra el desempleo. En el contexto del brexit, es algo muy alentador.
Como presidente, puedo garantizarles que el Parlamento se va a guiar por un espíritu de cooperación sincera y va a estar a su lado a lo largo de toda la negociación, al lado de la Comisión y del negociador Michel Barnier, a quien consideramos «el hombre justo en el puesto justo», y al que vamos a prestar todo nuestro apoyo.
Me permitirán que concluya mi intervención diciendo que, al igual que quiere hacer legítimamente la Sra. May, también nosotros tenemos que hacer del éxito del brexit nuestro objetivo. No se trata únicamente de limitar las consecuencias negativas de la salida del Reino Unido de la Unión, sino también de sacar el máximo partido de sus consecuencias positivas, que sin duda las habrá.
Nos corresponde a nosotros hacer de la necesidad virtud, y estoy convencido de que lo conseguiremos, juntos. Hoy soy optimista. Muchas gracias por su atención."